1. Discriminación de género

 

Fuente: Pixabay



Hace unos meses una amiga de 35 años realizó una entrevista para una conocida empresa en Madrid. Al final de dicha entrevista, el entrevistador, su futuro responsable en la empresa, le pregunta sutilmente:

"¿Tienes pensado tener familia? Ya sé que es una pregunta que no debería hacerte. Si no quieres responder, no sucede absolutamente nada"

Mi amiga no supo que contestar ante tal pregunta, ya que se sintió condicionada por la misma. Pues ella en un futuro quiere ser madre...

Claramente, el colectivo discriminado en este suceso son las mujeres, por el hecho de poder quedarse embarazadas, y el rol de género de asumir más responsabilidades en la crianza de los hijos. Muchas empresas asocian la maternidad con la ausencia al trabajo o la improductividad por el cuidado de los hijos.
 
En esta situación se está produciendo una discriminación directa oculta, ya que se está tratando a una persona de forma menos favorable por razón de su sexo, y se esconden las motivaciones discriminatorias. La pregunta coacciona totalmente la respuesta de la persona entrevistada, inmiscuyéndose en su esfera personal e íntima, que para nada tiene que ver con las capacidades laborales que deba poseer para el puesto de trabajo que deba desempeñar.

Para evitar situaciones cómo estas, en las que se está materializando una desigualdad entre hombres y mujeres. Se deberían implementar programas formativos dentro de la empresa para concienciar en igualdad de género. También debería aplicarse el plan de igualdad de la empresa, donde se prohíba expresamente realizar preguntas sexistas en las entrevistas de trabajo.

Una situación como la que he relatado, me sigue causando asombro, pues aún tenemos un gran camino por recorrer para que todas las personas que desean trabajar en cualquier tipo de empresa o Administración pública sean valoradas por igual, sin importar su sexo o cualquier otro tipo de condición.

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